Os
voy a contar mi historia, me llamo Nacho y actualmente trabajo y vivo de forma
independiente y os voy a contar como lo he conseguido.
Con
22 años empecé mi andadura en Amica, en un curso de Recuperación Paisajística,
en el que estuve casi un año y que, gracias a mi buen trabajo y empeño, también
a todos los responsables, empecé en empleo. De ahí me inicié con contratos
cortos, que me alargaban cada vez que finalizaba. Hasta que me propusieron
hacerme un contrato indefinido, que fue un alivio y alegría a la vez, ya que
era un objetivo a conseguir.
Yo
tenía el sueño de lograr vivir de forma independiente, para aprender a convivir
y hacer las labores del día a día. Me propusieron vivir en la vivienda que
tiene Amica para aprender a vivir de forma independiente, en donde estuve dos
años, en los que aprendí bastantes cosas, como el aseo personal, organización
de la habitación, convivir con compañeras y compañeros…entre muchas otras.
Finalicé
la formación en esa vivienda, que para mí fue muy grato. Después me propusieron seguir teniendo un
apoyo en la casa de mis padres, para seguir aprendiendo a desenvolverme mejor y
hacer las tareas del hogar y comidas.
Después
de un tiempo me propusieron ir a vivir a un piso independiente y decidí que sí
para seguir avanzando como persona y saber desenvolverme en todos los aspectos.
Ya
llevo casi tres años en el piso independiente, en donde de momento, en donde
vivo con otro compañero. Cuando empecé en el piso tenía mi grupo de amigos, con
los que tengo todavía muy buena relación, ya que me considero una persona
sociable y amiga de mis amigos. Quedamos para ir al cine, dar un paseo, tomar
algo…ante todo pasarlo bien.
En
ocio estuve en baloncesto, aunque ahora por motivos laborales no puedo ir, pero
cuentan conmigo para cuando haya algún partido, ya que me gusta mucho el
baloncesto.
En
2012 conocí en el piso para aprender a vivir, a la que es mi pareja con la que
llevo ya nueve años, con la que estoy muy a gusto, con ella y con el grupo de
amigas y amigos que tenemos en común.
En
2019 me propusieron cambiar de puesto de trabajo, de la planta de reciclaje a
la recogida de cartón puerta a puerta. Pasando de estar quieto en la cinta de
triaje a recoger cartón por los comercios de Santander. En las primeras semanas
me costó adaptarme, y ahora estoy muy a gusto y bien.
En
la pandemia los primeros meses fueron duros y complicados, pero de lo malo malo
podía venir a trabajar, porque mi trabajo era esencial. Aunque se está haciendo
muy larga esta pandemia tengo la mentalidad positiva de que de todo se sale
reforzado, aunque anímicamente cuesta algo. Sigo saliendo con mi pareja y
amigos, pero respetando las pautas que nos dan. Y tengo trabajo y personas que
me apoyan cuando lo necesito.
Pues
esta es mi historia, espero que os haya gustado y os anime a lograr vuestros
sueños.