El pasado jueves 3 de Octubre de 2013 fuimos invitados un grupo de Rehabilitación Laboral del Centro Entorno a una visita guiada por la finca " Puente San Miguel" (comúnmente llamada "Los jardines de Botín") por el Ayuntamiento de Santander gracias a la concesión de un huerto ecológico en el Parque Altamira de Santander. A la visita asistimos todas las personas que poseemos un huerto en el Parque Altamira.
La finca "Puente San Miguel" fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Jardín Histórico en el año 1986. La finca comprende dos zonas: el jardín (10 hectáreas) y el bosque (20 hectáreas). Nosotros solo recorrimos el jardín, en el que se encuentran representadas multitud de especies arbóreas plantadas en diferentes épocas por las sucesivas generaciones de la familia Botín-Sanz de Sautuola.
En tiempos de Marcelino Sanz de Sautuola comenzó a tener gran importancia este jardín. Árboles autóctonos como la haya están compartiendo espacio con especies foráneas como el Gingko (asiático), la Secouya (norteamericana) o el Magnolio (de toda América). Los árboles crecen en total libertad, llegan, en muchos casos, con sus ramas al suelo y éstas enraizan en él dando lugar a nuevos árboles. En el caso del Magnolio un solo ejemplar puede originar todo un bosque como nos explicaron señalando uno en expansión.
También hay una función estética en esta práctica, dando mucha singularidad a la zona arbórea ya que en cualquier espacio de bosque natural los árboles no tienen las ramas hasta el suelo por ser alimento de los animales. El lago con su puente de madera, el jardín de Winthuysen, el diseñado por Carmen Añón con su estanque de los espejos y la huerta da una personalidad polifacética a la Finca "Puente San Miguel", que es un auténtico retiro aislado, provocativo al descanso y reflexión, con "duende"...
La finca "Puente San Miguel" fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Jardín Histórico en el año 1986. La finca comprende dos zonas: el jardín (10 hectáreas) y el bosque (20 hectáreas). Nosotros solo recorrimos el jardín, en el que se encuentran representadas multitud de especies arbóreas plantadas en diferentes épocas por las sucesivas generaciones de la familia Botín-Sanz de Sautuola.
El estanque de los espejos. |
También hay una función estética en esta práctica, dando mucha singularidad a la zona arbórea ya que en cualquier espacio de bosque natural los árboles no tienen las ramas hasta el suelo por ser alimento de los animales. El lago con su puente de madera, el jardín de Winthuysen, el diseñado por Carmen Añón con su estanque de los espejos y la huerta da una personalidad polifacética a la Finca "Puente San Miguel", que es un auténtico retiro aislado, provocativo al descanso y reflexión, con "duende"...
El lago, una zona privilegiada de la finca por su singular belleza. |