El viernes 6 de septiembre, pasé el día en el Centro Buciero, con mis compañeros de ese centro. EL motivo fue que me invitaron a dar el pregón de las fiestas de mi pueblo.
Fui por la mañana y acompañé a mis compañeros al supermercado para hacer unas compras, después estuvimos jugando al futbolín y también estuvimos haciendo un ensayo de lo que nos esperaba por la tarde.
Después de comer, descansamos un poco y volvimos a ensayar. A eso de las 19:30, nos fuimos para la plaza San Antonio, casi no me puse nervioso así que lo disfruté muchísimo.
Allí estaba el alcalde y más autoridades, cuando llegó la hora, dimos el pregón y había muchísima gente que no paraba de aplaudir.
Fue una experiencia increíble, me encantó y volvería a repetir.